martes, 29 de mayo de 2012

Edificios Ecointeligentes en España

¿Imagina vivir en un edificio en el que no haga falta poner el aire acondicionado en verano sin desfallecer? No lo imagine, visítelo. Está en el Polígono de Raos, en una de las sedes de una empresa cántabra de energías renovables. También en Taiwan y en Estados Unidos... Son las naves industriales ecointeligentes. Edificaciónes concebidas de tal forma que no solo ahorran energía, sino que la producen. Han instalado un aerogenerador de minieólica. Pueden antojarse una utopía cara, imposible de conseguir en tiempos de crisis. Pero nada más lejos de la realidad que se vislumbra en un horizonte cercano. Los edificios sostenibles constituyen actualmente una oportunidad de negocio autentico. Tan real que el sector más castigado por la crisis sus miras en la reforma de pisos ruinosos en flamantes construcciones inteligentes. Son los auténticos brotes verdes delsector de la construcción.
En volumen de edificios nuevos construidos, España ha tocado techo. El reto hoy en día es dirigir la mirada hacia la rehabilitación, mas desde un punto de vista de futuro, acorde con la evolución de los valores sociales. Y estos se dirigen hacia la sostenibilidad del sistema.
Más allá de las tendencias, existen datos que refrendan esta teoría. No es eventual que la Unión Europea haya abierto una línea de financiación para proyectos dirigidos a transformar los edificios de las ciudades en ecológicos. La Asociación Europea de Eficiencia Energética en Construcción va más allá y ofrece unas previsiones optimistas en datos: en el año 2050 los barrios serán auténticas plantas de producción energética. Así, generarán 0 emisiones de Co2 y el sector de la construcción tendrá un 3% de paro.
Esto que puede parecer a utopía fue expuesto en el último congreso de ‘Edificios de energía casi nula’ celebrado esta semana en Madrid. Allí, expertos de distintas disciplinas pusieron sobre la mesa la conveniencia de negocio que supone esta nueva realidad.
La ocasión, y el reto a la vez, de introducir tecnologías limpias para que la inversión en rehabilitar los edificios permitan una renovación ecológica de las ciudades”. Esto resulta imprescindible si se tiene en cuenta que hasta ahora, los núcleos urbanos generan el 80% de las emisiones de CO2 y, al tiempo, los habitantes tiende a concentrar en zonas urbanas. Estas son el impulsor del crecimiento económico, social y tecnológico de los países, consecuentemente necesitan un replanteamiento para dejar de ser un problema y devenir en una solución. “En 30 años se habrán invertido miles de millones de euros en las nuevas infraestructuras sostenibles. Y ahí está el negocio”, apunta Espiga.
Sobre el terreno, Tecnalia ya colabora con varios programas de proyección internacional en los que se está aplicando esta forma de rejuvenecer las infraestructuras antiguas. La manera de hacerlo tiene varias vertientes, que engloban desde nuevos materiales de aislamiento para que los edificios no despilfarren energía hasta la inclusión de placas solares y aerogeneradores de minieólica que permitan al inmueble autoabastecerse y, a la vez, producir energía para el arrio.
En el ámbito de los materiales, por ejemplo, los responsables del proyecto MATER presentaron durante el citado congreso nuevas soluciones estructurales como el suelo descontaminante o los sistemas de regulación térmica que emplean el cristal y el agua. La tecnología da una nueva vida a la forma de hacer edificios y la restauración de los mismos constituye una vía de desarrollo.

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