Auto-consumo energético, minieólica
El ámbito energético es una fuente infinito de la literatura diaria, dada su importancia y la sensibilidad que tiene cara al ciclo económico.
La economía española arrastra un remoto atraso tecnológico, debido a la propia existencia de un monopolio de oferta, mas además arrastra unos usos y costumbres propios de un nación en vías de crecimiento. A esto hay que juntar la endémica dependencia del petróleo, lo que cierra un grupo de ineficiencias y rentas monopolísticas que interrumpen nuestro desarrollo y asimismo nos hacen ser uno de los países más contaminantes del cosmos
Cara a esto, a lo largo de la última década se han llevado a cabo tímidos avances en diversificar nuestras fuentes de energía, y asimismo en la concienciación ciudadana y empresarial de la repercusión del ahorro energético, para lo cual se creó la figura de las empresas de servicios energéticos.
El objetivo es asistir a la mejora empresarial y pública de las instalaciones eléctricas, mediante el empleo de luminarias más eficientes, la realización de auditorías y la despensa de energía más barata, mediante la formación de operadores virtuales, al forma de la telefonía móvil.
Junto a esto se ha desarrollado un gran sector de energías renovables, mayormente minieólica y fotovoltaica, que han significado un relevante impulso en empleo y ahorro en emisiones, sin embargo las últimas decisiones vuelven a suponer un freno inexplicable en el ascenso de la diversificación energética, al volver a balancear el mix energético hacia las eléctricas y nucleares.
El último resquicio que ha dejado el Gobierno existente para el desarrollo de las renovables y la creación de Aerogeneradores es la esperanza de que los hogares se conviertan en centros de generación de energía y que puedan mover su demanda entre la creación en el interior del mismo y el recurso a las compañías eléctricas.
El autoconsumo energético en las familias es fue una de las últimas decisiones que dejó en herencia el ministro Sebastián y el real decreto-ley considera el autoconsumo una sección del sistema global de la distribución de la demanda que no supone recompensa económica y concede derechos al generador particular por la energía excedente que no aprovecha, provocando al denominado balance neto. Por ello, el éxito de este sistema vía la producción fotovoltaica, y minieólica, pasa por una una ley amable que impulse al sector y disminuya las dificultades.
Esta normativa dará ímpetu a una nueva industria, formada por los fabricantes de aerogeneradores, de placas y paneles solares y de instalaciones minieólicas, cuyas estimaciones de empleo, cuando la normativa esté presente y la información fluya hacia los potenciales usuarios, viviendas unifamiliares, aunque asimismo comunidades de vecinos, alcanza los 500. 000 empleos directos, algo que debería hacer pensar a los reguladores.
El evidente riesgo será, sin duda, la normativa municipal a la hora de tramitar las perceptivas licencias para establecer en muchos edificios las Aerogeneradores de pequeño tamaño.
Por lo visto hasta ahora, los grandes municipios no han hecho ningún ahínco en la expansión de este ejemplo de instalaciones de energía minieólica o solar, fundamentalmente cuando en Madrid hay una exención de incluso el 30% en el IBI si se instalan instalaciones fotovoltaicas en los edificios residenciales, y que conforme datos del concejo, ninguna persona ha solicitado por ahora.
El conflicto central es la financiación, al tratarse de inversiones con plazos largos de amortización, los usuarios necesitan fondos a largo plazo. Sin embargo, el interés de la Administración por fomentar las energías renovables no es correspondido por el paso a la financiación ni tampoco por otro tipo de ayudas. Lo que existe son algunas figuras impositivas en cuestión de deducciones fiscales para la instalación de aerogeneradores y placas solares, para edificios, comunidades de vecinos, etc. Para los particulares, la línea ICO financia el 100% de la inversión con una TAE del 6, 6%.
Las instalaciones de renovables están gravadas con un IVA reducido del 8%, como mejora de instalación eléctrica en vivienda habitual. Y en renta, IRPF, la instalación cuenta con una deducción del 20%, para rentas inferiores a 71. 000 euros, al margen de la reducción del IBI durante tres años del 30%.
Las experiencias internacionales muestran que el balance neto funciona bien en Italia, debido a que por cada kilovatio que el particular vuelca en la red, la compañía le descuenta el pago equivalente a un kilovatio. También funciona razonablemente en Alemania y Estados Unidos, en donde este mecanismo permite ahorros representativos a los hogares y notables incrementos de empleo y de riqueza.
Debido a ello, es hora de poner a todo el sector, a los consumidores, a los productores, a los administradores de fincas y al legislador y órganos reguladores a trabajar por un mecanismo de ahorro, de generación de rentas y de impulso al sector de las energías renovables.